UNA CUARTA DE PRIMERA- por Daniel Aliprandi

 

Sport Club Cañadense se consagró campeón de cuarta división cumpliendo un trabajo que refleja una coherencia con su historia y con su fútbol. En base a un plantel muy rico en individualidades, se destaca el trabajo del cuerpo técnico dirigido por un hijo predilecto de la institución: Rubén “el Pulga” Gellatti.

Por: Daniel Aliprandi

E

l fútbol mayor de la Liga Cañadense ha sido monopolizado por equipos de la ciudad de Cañada de Gómez. Al tricampeonato obtenido por ADEO en la máxima divisional, se suma el logro del Sport Club Cañadense en cuarta, que por cierto, amerita un análisis potencialmente enriquecido por su proyección hacia el futuro.

La victoria del conjunto dirigido por Rubén Gellatti tuvo su premio con la obtención del campeonato, gracias a rendimientos individuales y colectivos que estuvieron a la altura de las circunstancias. El equipo tuvo que sortear varios “huesos duros de roer”, principalmente en una zona con contrincantes fuertes (América, Unión de Villa Eloísa y el clásico ADEO), más la firmeza demostrada en la serie semifinal frente a Correa y en la final ante el competitivo conjunto de Defensores de Armstrong. La categoría de algunos de los integrantes del plantel campeón demostró que el esfuerzo tuvo sus réditos. En la evaluación individual de lo actuado por cada uno de ellos (muchos alternaron en el plantel de primera) se notó la capacidad para resolver situaciones futbolísticas complejas, todas ellas determinadas en función de conjunto. Esa fue la clave de la obtención del título: este grupo de jugadores se caracterizó por ensamblar su forma de juego en equipo, y en esto, el trabajo desarrollado por sus conductores resulta ser fundamental.

Pero lo alcanzado es más significativo aún si pensamos en la labor que históricamente viene desarrollando este cuerpo técnico, comandado por una persona tan ligada al club que entiende la idiosincrasia que adquirió la institución en un nivel de competencia que “el Pulga” conoce a la perfección.

Así, Sport Club Cañadense vuelve a marcar un camino que es digno de imitar: no por casualidad se llega a estas instancias, y el hecho de lograrlo tiene que estar avalado por un trabajo que esté relacionado con su historia, con su gente, con su fútbol, todos ellos factores que tan buenos resultados le ha dado al club en el marco de la trayectoria de nuestro fútbol regional.

El Celeste de la Ruta continúa con su filosofía. Desde unos años a esta parte vemos cómo sus planteles de primera división, que se mantienen en la palestra por la discusión de los campeonatos o la obtención de títulos, conforman sus equipos gracias a los jugadores surgidos de sus divisiones inferiores; de allí que tanto se destaca “la base” con la que Sport cuenta al inicio de todas las temporadas y que lo ubican siempre como candidato al título. Por eso este triunfo en la división reserva tiene un sabor muy especial, que esperemos, no se pierda con la ansiedad que a veces genera la obtención de un campeonato.

Sabemos de la capacidad demostrada por quienes conducen el fútbol del plantel campeón y somos conocedores de lo que piensan en relación a las divisiones inferiores. Los jugadores entendieron el mensaje y lo plasmaron en la cancha. Así, se configura un combo de particularidades que tuvo Sport Club para alcanzar lo más alto de la gloria. Bien merecido que lo tiene.  

 

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