Es presidente y técnico de un club amateur. Se asentó en un pueblo de 3.600 habitantes y sueña con dirigir en Primera. Su pasión por Racing y la opinión sobre Messi y Scaloni.
-Estoy como presidente de Belgrano de Serodino, un pueblo de acá de Santa Fe, desde hace dos años. Terminé de jugar en la Liga Totorense el año pasado. Me retiré como jugador y también ejerzo como DT del equipo. Este año se me acaba el mandato como presidente y me voy a quedar solo como DT.
-¿Cómo se dio esta secuencia de ser jugador, técnico y presidente?
-Hace cuatro años, cuando tenía 40 y me retiré en Colón, Fabián Zanatta, quien era el presidente y mi amigo, me llamó para jugar acá, algo que le había prometido en su momento. Jugué un año, después se paró por la pandemia. Después volví a jugar y tuvimos la desgracia de que Fabián murió por coronavirus a los 36 años. El nació acá, hizo toda su vida en el club, al igual que sus padres. Entonces yo creí que era el momento de hacerme cargo de la situación, les pregunté a los padres, me dieron permiso, y me hice cargo de la presidencia. A los seis meses empecé a jugar de vuelta, así que hacía las dos cosas. Después se fue el DT e hice las tres. Ahora se me vence el mandato y voy a quedar sólo de entrenador.
-¿Cómo se vive el fútbol desde Serodino después de haber disfrutado de los flashes de la Primera División?
-Acá es en como toda la Argentina, muy pasional. Volvimos a tener un clásico (Boca) después de 50 años, somos un pueblo de 3.600 habitantes, imaginate. Eso generó mucha ilusión y compentencia. Entonces los dos clubes quieren ser mejores y van mejorando. Muy lindo. Es una liga que está creciendo, pasaron el Colo Re, el Flaco Pereyra, Tomás Costa... Vienen muchos jugadores grandes que quieren terminar su carrera acá, entonces la Liga fue creciendo y se hizo muy competitiva.
-¿La expectativa es llegar al Regional Amateur?
-Es afianzarnos como institución. Nos quedó chico el club. Tenemos 480 deportistas, en distintas actividades: patín, vóley, taekwondo, tenis, bochas, fútbol femenino, infantil y mayor, y gimnasia artística. Hicimos muchas obras. Capaz que este año podemos encontrar un predio para entrenar, así que después de ahí vendrá todo lo demás. Apostamos mucho a los chicos del club, hoy tenemos entre 9 y 10 jugando en Primera División. Apostamos muchos a las Inferiores. Tenemos cuatro chicos en la Liga Profesional: tres en Rafaela y uno en Racing. Eso es lo que queremos seguir generando. El sentido de pertenencia. Y poder ascender al Regional Amateur. Todos jugamos para ganar y queremos hacernos fuertes con los mejores. Queremos ganar la liga y ser campeones, si no, te mentiría.
-¿Cómo se armó ese lazo con Fabián?
-Fue una de las primeras personas que conocí antes de venir a Serodino, hace unos 20 años. Mi señora es de acá, a mí me adoptaron en el pueblo, me trajeron a la fuerza, ja.
-¿No extrañás nada del fútbol grande?
-Sí, claro. Tuve momentos muy buenos en todas las instituciones. Tengo amigos en todos los clubes por los que pasé y eso realmente lo valoro. Y se extraña. El día a día, todo. Pero uno es realista y sabe que todos los flashes y lo demás son cosas pasajeras. La verdadera vida es otra.
PENSANDO EN EL FUTURO
-¿Tenés una proyección de vivir de ser entrenador?
-Sí, claro. Acá no cobró ni cobraré jamás. Todo lo que hago lo hago por el club. Tengo un compromiso humano con Fabián, Silvia y Eduardo, sus papás. Ellos me dieron su apoyo y hoy están al lado mío trabajando. Conocen la institución como nadie y son excelentes personas. La profesión me encanta. Es lo que uno proyecta pero no me vuelve loco. Si hoy viene un club a buscarme le diría que no, porque estoy con este proyecto y quiero aprender más. El fútbol profesional ya lo conozco, pero del fútbol chacarero quiero aprender mucho más, sobre todo lo humano. Después me voy a ir largando, esa es la idea.
-Idea que empezó de casualidad...
-Y... hoy estoy en el plano de DT sin haberlo pensado. Sé que todos me van a mirar con otros ojos por mi pasado como futbolista, entonces lo mío es una apuesta fuerte. Dirijo a un club de una liga regional, que no es profesional. No empecé como la mayoría en la LPF, en la PN o en la Reserva. Arranqué de abajo y es una experiencia que quiero ir viviendo para aprender. Acá hay chicos que conozco hace un montón y un día les tengo que decir que nos les toca jugar, es distinto. En Primera División no tenés ese vínculo con los jugadores. Tengo que aprender a convivir con eso.
-¿Qué momento rescatás de tu carrera?
-El día del debut, no te lo olvidás nunca. Fue en Racing contra Ferro, en Pascuas, y ganamos 3-1. Tenía cinco o seis minutos en cancha y ya tenía amarilla, estaba desesperado por recuperar una pelota.
SU AMOR POR RACING
-¿Te sentís identificado con Racing?
-Sí, totalmente. La gente de Racing es tremenda. Y lo que me va a quedar toda la vida es el campeonato que logramos con Racing (Apertura 2001). Cuando llegué sabía que el que salía campeón iba a quedar en el corazón del hincha. Y tuve la suerte de lograrlo y la gente me tomó mucho cariño, igual que yo a todos ellos.
-¿Dirigir a Racing?
-Es un sueño dirigir a Racing. Pero lo que pienso es que me quiero preparar, adquirir experiencia, que cuando llegue el momento sea porque me eligieron porque creen en mí y no para tapar algún agujero. Por ser Bastía. Quiero que vean mi trabajo y confíen en mí. Quiero devolver la confianza que me puedan llegar a dar.
-¿Lo ves bien al club?
-Sí. está muy bien, creció mucho. En estructura y plantel. Jerarquizó el fútbol profesional, las Inferiores. Hay varios amigos ahí dirigiendo y cuando voy para llevar algunos chicos veo que Racing es maravilloso. Creció una enormidad en estos últimos 10 años y eso me pone muy feliz.
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