Murió el Trinche Carlovich, el ídolo charrúa que fue golpeado
en forma salvaje en un intento de robo
Estaba internado en el Heca desde el miércoles a la tarde.
Su estado de salud se agravó esta mañana al
sufrir un aumento de la presión intracraneal.
Fue sometido a una operación, pero no la resistió.
Su estado de salud se agravó esta mañana al
sufrir un aumento de la presión intracraneal.
Fue sometido a una operación, pero no la resistió.
en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca). Tenía 74 años. El ídolo charrúa
estaba internado desde el miércoles pasado luego de sufrir un brutal castigo en un intento de
robo.
Esta mañana su estado de salud se complicó a raíz de una importante presión intracraneal.
Fue sometido a una intervención quirúrgica de urgencia, pero no resistió la intervención.
La vicedirectora del Heca, Andrea Becheruchi, señaló esta mañana que el fallecimiento
se produjo a las 9.30. "El paciente había empeorado en las últimas dos horas. Entonces
se decidió hacer una intervención quirúrgica, en una medida de salvataje que
lamentablemente no la toleró y falleció".
"Carlovich ingresó con un traumatismo de cráneo grave, con algunas lesiones hemorrágicas,
las medidas terapéuticas se fueron llevando hasta el tratamiento quirúrgico que pudo superarlo.
Como suele ocurrir con ese tipo de lesiones, con el correr de las horas el hedema cerebrar y
lesiones hemorrágicas tienden a aumentar de tamaño y condicionan la evolución del paciente", resumió la vicedirectora del Heca.
FUENTE DIARIO LA CAPITAL
EL TRINCHE Y SU PASO POR CAÑADA DE GÓMEZ
La Historia de un grande Este genio del fútbol rosarino pasó por Cañada de Gómez. Como también sucedió con algunas “estrellas” de nuestro “fútbol de campo” (Quitalo Santucho, Manzanita Quecovich, etc.…), vieron cómo el éxito les pasaba por al lado. Pero aún así, pudo demostrar talento y virtuosismo desde alguna cancha de la ciudad. A tal punto que uno de sus últimos años (1.985) lo jugó en la Liga Cañadense, defendiendo los colores de Newells Old Boys. Por Daniel Aliprandi Concluyo en estos momentos de leer la nota elaborada por Horacio Bianchi sobre la vida del “Trinche” Carlovich aparecida en el Blog “El Canducho y la Liga”, y desde mi humilde opinión, debo no menos que felicitar al periodista por su trabajo de recopilación de datos que enaltece, con total justicia, a uno de los mejores futbolistas que ha dado el país. Hacer evidencia y resaltar esos momentos de la historia de nuestro deporte y de personajes como el que hace referencia el comentarista parejense es, vaya paradoja, vivir el presente y mirar el futuro con ánimo y esperanza; ubicar en su justo lugar a los verdaderos talentos y construir en aquellos que leímos la nota la idea y la conciencia de que el fútbol es precisamente eso, un juego (tal cual lo disfrutaba el genio rosarino), que “el trinche” dignificaba a través de su forma de vida tan especial. Él entendía el fútbol así, como debe ser, sin tantos secretos ni maniobras especulativas, tal cual lo refleja Bianchi en un informe que no tiene desperdicio y nos hace saborear, leyéndolo, el gusto inigualable del fútbol que amamos todos. Desde nuestra tarea diaria (algo así como “ratones” de testimonios, datos y fuentes que revelen información), ávidos por encontrar anécdotas que aporten a lo elaborado, tuvimos la idea de relacionar lo ya publicado en la red con la historia de nuestro fútbol doméstico, y vaya si encontramos testimonios, más allá de las vivencias de César Luis Menotti o del Negro Fontanarrosa. Dentro del historial que relata la trayectoria futbolística de Carlovich, se omite su paso por las canchas de nuestra Liga Cañadense, que engrosa un listado larguísimo de figuras que pisaron en algún momento de sus carreras, el duro piso salpicado por matas de nuestros campos de juego. Valdano, Onega, Oscar Más, y tantos otros se suman a Carlovich, cuando en el año 1.985 vistió la camiseta de “La Topadora”, N.O.B. de Cañada de Gómez, para prácticamente ir cerrando su carrera como jugador de fútbol. Sí señores, el “Trinche” Felipe Tomás Carlovich tuvo una de sus despedidas del mundo deportivo vistiendo los colores rojo y negro que predomina en la vestimenta de Newells. Cuando el estadio se encontraba ubicado en la intersección de calles Lavalle y Alberdi de Cañada de Gómez, y convocado por el recordado presidente de la subcomisión de fútbol Luis Fontanive, el talentoso mediocampista desparramó sus virtudes y dotes deportivas a través de una condición casi única. Claro, a esa altura de su vida y con los años encima, debió afrontar algunos problemas personales, aunque aún así se lo pudo observar los domingos en la cancha, criterioso en el manejo del balón, ordenando el equipo y regalando algún caño, pegándole de larga distancia con inusual justeza o desparramando rivales, a la vista de los ocasionales espectadores que iban a verlo a él, porque en Cañada estaba jugando “el genio del fútbol rosarino”, aquel quién según comenta Bianchi, hizo pasar papelones a los encumbrados jugadores de la Selección Argentina tras el recordado amistoso frente a un combinado rosarino, días previos al mundial de Alemania, partido jugado en “la Chicago Argentina”. Ricardo Baiocco, activo colaborador del fútbol mayor de Newells, lo recuerda como un gran tipo: “Más allá de lo que significaba dentro de la cancha, donde demostraba ser diferente, era una excelente persona. Por allí se decían cosas de él, pero su paso por el club dejó en nosotros un recuerdo cargado de amistad y humildad difícil de olvidad”. Esta persona, como tantas otras allegadas al club de la zona oeste de Cañada de Gómez, manifiestan con orgullo el hecho de haber vivido esa experiencia: “Para nosotros significó una satisfacción enorme compartir los últimos momentos de la actividad de uno de los talentos más preciados que diera el fútbol argentino”. En aquellos años, Newells Old Boys de Cañada de Gómez participaba de los torneos oficiales de la Liga Cañadense con gran expectativa, al punto de formar un equipo muy competitivo y que tenía al astro rosarino como máxima figura. La contratación del “trinche” no fue sencilla, ya que se estableció una puja con Sportivo de Las Parejas donde se midieron fuerzas a fin de hacerse de los servicios de Carlovich. La muñeca dirigencial de Luis Fontanive fue determinante para que los servicios del talentoso jugador recayeran en Cañada de Gómez. Junto a él arribaron otras figuras de Rosario, algunos de ellos compartieron recordados equipos de Central Córdoba en el fútbol de ascenso. En tanto, importantes valores cañadenses integraban el equipo. Un colaborador del fútbol de “La Topadora” de aquel momento, el Sr. Nelson Báez, nos refrescó la memoria: “Queríamos salir campeones; el año anterior, 1.984, se lo había llevado Éverton, y nosotros conformamos un equipo competitivo donde atajaba Álvares (que venía de Rosario), Pancho Cabrera (que jugaba uno de sus últimos años), “Motoneta” Cabrera, un medio campo con el “Tucu” Ruiz (ya fallecido) con la nª 8, Carlovich con la 5 y el Dany Flores que jugaba de 10. La delantera era bárbara: lo teníamos a Rubén Flores que venía de salir campeón, el Guille Pérez de centrodelantero y “Semilla” López. Ese año peleamos hasta las instancias finales, pero no se nos dio…” El responsable técnico de aquel gran equipo fue Juan Carlos Torressi, empresario y por mucho tiempo alto dirigente de la Subcomisión de Fútbol del “rojinegro”. Del “trinche” nos dijo: “Era un tipo bárbaro, una calidad asombrosa, su máxima virtud, entre tantas, estaba en su pegada… Recuerdo que en una práctica de fútbol se cruzó con el “Tucu” Ruiz. Se agarraron mal, y como castigo, el domingo a los dos (que eran las máximas figuras) los mandé al banco de suplentes. Carlovich entró en el segundo tiempo. La primera pelota que tocó fue un remate desde la mitad de la cancha que rompió el travesaño. Instantáneamente miró al banco y con la mirada me dijo… “¡¡¡Viste bolú…!!!”. Sin duda, el tipo me recriminó cosas y no le gustó nada integrar el banco de suplentes.” Quienes compartieron el vestuario con él en su paso por Cañada coinciden en que era un crack con todas las letras. Persona humilde, perfil bajo. Aquellos que lo conocieron en su estadía en la ciudad desmienten a rajatablas lo que corría a modo de rumor en relación a su adicción al alcohol, algo típico que gana la opinión pública debido a la idiosincrasia que mantiene mucha gente en ciudades chicas como la nuestra, en la que se intenta permanentemente empañar alguna virtud con ciertos “golpes bajos”. “Mientras estaba en Cañada no bebía una gota de nada, solo agua en los entrenamientos. Un verdadero profesional”, nos dice Torressi. Aquí cumplía regularmente un régimen de práctica que lo hacía venir a Cañada los días viernes a las prácticas de fútbol y los domingos a jugar. Daniel Flores, compañero en aquel recordado equipo, sostuvo que “el tipo viajaba en colectivo y sin bolso; caía al club con un par de botines bajo el brazo… Ese era todo su capital, además de jugar como los dioses…” Otros de los jugadores consultados de aquella época nos confiaron que el “Trinche” Carlovich era un hombre de perfil bajo, callado, buen compañero. Que en más de una oportunidad se sinceraba diciendo que el fútbol profesional “no era lo suyo”. “Si fuera por mí, jugaría toda mi vida en los torneos comerciales de 7 en Rosario”, decía. Más allá de ello, en Cañada dejó un buen recuerdo como persona y como profesional: los datos recabados dan cuenta que firmó para Newells a principios de año y que cumplió con su palabra de jugar toda la temporada, viniendo a practicar entre semana como un pibe más de las inferiores. “Esta es una Liga muy competitiva, me siento muy bien aquí”, murmuraba por lo bajo. Todo un grande de verdad. El “Trinche” Carlovich, alguna vez pasó por las canchas de nuestra liga .
NOTA : DANI ALIPRANDI - AÑO 2010
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