ADEO se despidió del Torneo del Interior recibiendo una goleada en su estadio por 5 a 0 ante un rival que se mostró ampliamente superior. Ahora, Puerto San Martín jugará la final por uno de los ascensos al Torneo Argentino "B".
Nada que decir. Ante la superioridad del rival, pocos suelen ser los argumentos a esgrimir. Solo queda digerir el amargo trago de la dura derrota y aprovechar la experiencia para mejorar y replantear cuestiones, que es lo que deberá emprender ADEO de cara a su futuro inmediato.
Una cosa fue el desarrollo de los 90 minutos: El conjunto del cordón industrial de Rosario salió a apretar a su adversario, cosa que logró hasta el minuto 10. Desde allí y hasta los 30 aproximadamente, el "portaviones" dominó las acciones y obligó a Puerto a refugiarse sobre su arco pasando algún que otro momento de zozobra. La apertura del marcador para el elenco verde llegó en el mejor momento del "tricolor", resultando ser un balde de agua fría que congeló al Jacinto Loessi. ADEO jamás se pudo sobreponer a ese certero mazazo que catapultó la totalidad de sus intensiones. De allí en más, todo fue de la visita y pareció que el deseo de la mayoría de los presentes fue que el partido culminara lo antes posible, haciendo interminables los minutos que separaban esos instantes del cierre del cotejo.
Otra cosa fue el rival: la conjunción de dos clubes de la localidad de Puerto San Martín hacen de éste una verdadera "selección", al cual se le suman refuerzos de la ciudad de Rosario con pasado reciente en torneos de categorías superiores, y sin doble competencia. Mucho para la realidad de ADEO, el cual evidenció una brecha muy grande en función a la preparación física con la que cuenta su rival, siendo ésta la principal diferencia demostrada en el terreno de juego, más allá de otras virtudes futbolísticas muy evidentes que marcaron una clara superioridad en favor de los dirigidos por el entrenador de las divisiones inferiores de Rosario Central, Potepán.
Ahora, Jorge Díaz deberá reacondicionar una moral que se encuentra por el piso. La competencia doméstica será el objetivo a alcanzar, a sabiendas que desde el vamos no se ha comenzado bien, pero que hay margen de tiempo para recuperarse. Valió el esfuerzo, pero no fue suficiente, y la experiencia servirá para replantear cosas, después de haber vivido tal vez la peor semana futbolística del último tiempo.
Una cosa fue el desarrollo de los 90 minutos: El conjunto del cordón industrial de Rosario salió a apretar a su adversario, cosa que logró hasta el minuto 10. Desde allí y hasta los 30 aproximadamente, el "portaviones" dominó las acciones y obligó a Puerto a refugiarse sobre su arco pasando algún que otro momento de zozobra. La apertura del marcador para el elenco verde llegó en el mejor momento del "tricolor", resultando ser un balde de agua fría que congeló al Jacinto Loessi. ADEO jamás se pudo sobreponer a ese certero mazazo que catapultó la totalidad de sus intensiones. De allí en más, todo fue de la visita y pareció que el deseo de la mayoría de los presentes fue que el partido culminara lo antes posible, haciendo interminables los minutos que separaban esos instantes del cierre del cotejo.
Otra cosa fue el rival: la conjunción de dos clubes de la localidad de Puerto San Martín hacen de éste una verdadera "selección", al cual se le suman refuerzos de la ciudad de Rosario con pasado reciente en torneos de categorías superiores, y sin doble competencia. Mucho para la realidad de ADEO, el cual evidenció una brecha muy grande en función a la preparación física con la que cuenta su rival, siendo ésta la principal diferencia demostrada en el terreno de juego, más allá de otras virtudes futbolísticas muy evidentes que marcaron una clara superioridad en favor de los dirigidos por el entrenador de las divisiones inferiores de Rosario Central, Potepán.
Ahora, Jorge Díaz deberá reacondicionar una moral que se encuentra por el piso. La competencia doméstica será el objetivo a alcanzar, a sabiendas que desde el vamos no se ha comenzado bien, pero que hay margen de tiempo para recuperarse. Valió el esfuerzo, pero no fue suficiente, y la experiencia servirá para replantear cosas, después de haber vivido tal vez la peor semana futbolística del último tiempo.
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