HOY, SE MANCHÓ LA PELOTA...
Lamentablemente, las semifinales de vuelta de Liga Galvense de fútbol, dieron lugar al más triste de los acontecimientos que se recuerden de mucho tiempo a esta parte. Uno de los cotejos no pudo empezar, otro no pudo terminar y los únicos beneficiados fueron los violentos de turno. En principio, el partido que se debía disputar entre Santa Paula e Irigoyense, no llegó siquiera a tener segundos de acción. Con ambos conjuntos en cancha, el árbitro designado, Darío Álvarez decidió que no se jugara porque supuestamente no estaban dadas las garantías para hacerlo. En principio, todo se debió a que le arrojaron una bomba de estruendo al lado de su vestuario. De todos modos, el episodio tuvo un sinfín de versiones cruzadas y procederes desprolijos. Tanto es así, que los 22 protagonistas se enteraron a través de la radio, que el choque estaba suspendido. Veremos que sucede de aquí en adelante, y como se da continuidad a la semifinal entre Santa Paula e Irigoyense. En cancha de Jorge Newbery, todo se venía desarrollando con normalidad, con la victoria parcial del Ceci por un tanto contra cero ante el local. Sin embargo, cerca de los 40 minutos de la complementaria y tras la expulsión de Marcelo Berra en el canalla, se desató una verdadera batalla campal. Aparentemente, Berra en la jugada que derivó en la roja, se quedó diciendo algunas cosas con Ariel Albil. El juez de línea informó al árbitro Marcelo Vivas de esta situación y sería esa acción la que ocasionó la batahola que sobrevino. Varios jugadores de Jorge Newbery discutiendo con el asistente, quien; según versiones de los locales, arrojó un cabezazo al capitán del verde, generaron una gresca de terribles dimensiones con jugadores del Sporting tomándose a golpes de puño con la cuaterna arbitral. Ante estos sucesos, el colegiado decidió suspender el cotejo; y quedamos a la espera de las decisiones que tome la mesa directiva liguista. Hasta allí, hemos hecho referencia a lo de la tarde de hoy. No obstante, queremos reflexionar con absoluta sinceridad, inundados de tristeza por el cuadro que se vivió en ambas canchas. Desde nuestro lado de periodistas, con aciertos y errores, tratamos de dar lo mejor de sí para que nuestra liga crezca, SEA SERIA, y se sumen equipos que levanten el nivel. Por ende, tratamos de destacar las virtudes de los dirigentes que trabajan honestamente por los clubes y defendemos a ultranza a los jugadores que lealmente representan a sus equipos. Lo que ocurrió hoy no es casual, es fruto de una cadena de desmanejos que merecen un trato inmediato y riguroso para que se termine 2014 con la mayor transparencia posible y el lunes a posteriori de la última final, los medios hablen de un campeón legítimo. Es hora de que todos, presidente de liga, delegados de los clubes, tribunal de disciplina, hagan el mea culpa que tengan que hacer y tiren todos para el mismo lado. Si a principio de 2014 se votó una reglamentación ridícula para la definición de las semifinales, si se dejo ir a un equipo a negociar con otro torneo, porque parecía que era la culpa de todos los males; hay que hacerse cargo de los errores propios y no echarle toda la culpa a una sola persona. Personalmente, estoy enojado, triste, siento impotencia porque amo el fútbol de mi ciudad y trato de llevarlo adelante con todo el profesionalismo posible y más. Este tipo de sucesos, no me va a doblegar, no va a hacer que dejemos de querer a la Liga Galvense; será momento para todos aquellos que tienen poder de decisión en la misma; obren de la mejor manera posible, para que el próximo domingo, volvamos a hablar solamente del más lindo de los deportes.
Lamentablemente, las semifinales de vuelta de Liga Galvense de fútbol, dieron lugar al más triste de los acontecimientos que se recuerden de mucho tiempo a esta parte. Uno de los cotejos no pudo empezar, otro no pudo terminar y los únicos beneficiados fueron los violentos de turno. En principio, el partido que se debía disputar entre Santa Paula e Irigoyense, no llegó siquiera a tener segundos de acción. Con ambos conjuntos en cancha, el árbitro designado, Darío Álvarez decidió que no se jugara porque supuestamente no estaban dadas las garantías para hacerlo. En principio, todo se debió a que le arrojaron una bomba de estruendo al lado de su vestuario. De todos modos, el episodio tuvo un sinfín de versiones cruzadas y procederes desprolijos. Tanto es así, que los 22 protagonistas se enteraron a través de la radio, que el choque estaba suspendido. Veremos que sucede de aquí en adelante, y como se da continuidad a la semifinal entre Santa Paula e Irigoyense. En cancha de Jorge Newbery, todo se venía desarrollando con normalidad, con la victoria parcial del Ceci por un tanto contra cero ante el local. Sin embargo, cerca de los 40 minutos de la complementaria y tras la expulsión de Marcelo Berra en el canalla, se desató una verdadera batalla campal. Aparentemente, Berra en la jugada que derivó en la roja, se quedó diciendo algunas cosas con Ariel Albil. El juez de línea informó al árbitro Marcelo Vivas de esta situación y sería esa acción la que ocasionó la batahola que sobrevino. Varios jugadores de Jorge Newbery discutiendo con el asistente, quien; según versiones de los locales, arrojó un cabezazo al capitán del verde, generaron una gresca de terribles dimensiones con jugadores del Sporting tomándose a golpes de puño con la cuaterna arbitral. Ante estos sucesos, el colegiado decidió suspender el cotejo; y quedamos a la espera de las decisiones que tome la mesa directiva liguista. Hasta allí, hemos hecho referencia a lo de la tarde de hoy. No obstante, queremos reflexionar con absoluta sinceridad, inundados de tristeza por el cuadro que se vivió en ambas canchas. Desde nuestro lado de periodistas, con aciertos y errores, tratamos de dar lo mejor de sí para que nuestra liga crezca, SEA SERIA, y se sumen equipos que levanten el nivel. Por ende, tratamos de destacar las virtudes de los dirigentes que trabajan honestamente por los clubes y defendemos a ultranza a los jugadores que lealmente representan a sus equipos. Lo que ocurrió hoy no es casual, es fruto de una cadena de desmanejos que merecen un trato inmediato y riguroso para que se termine 2014 con la mayor transparencia posible y el lunes a posteriori de la última final, los medios hablen de un campeón legítimo. Es hora de que todos, presidente de liga, delegados de los clubes, tribunal de disciplina, hagan el mea culpa que tengan que hacer y tiren todos para el mismo lado. Si a principio de 2014 se votó una reglamentación ridícula para la definición de las semifinales, si se dejo ir a un equipo a negociar con otro torneo, porque parecía que era la culpa de todos los males; hay que hacerse cargo de los errores propios y no echarle toda la culpa a una sola persona. Personalmente, estoy enojado, triste, siento impotencia porque amo el fútbol de mi ciudad y trato de llevarlo adelante con todo el profesionalismo posible y más. Este tipo de sucesos, no me va a doblegar, no va a hacer que dejemos de querer a la Liga Galvense; será momento para todos aquellos que tienen poder de decisión en la misma; obren de la mejor manera posible, para que el próximo domingo, volvamos a hablar solamente del más lindo de los deportes.
EZEQUIEL EDUARDO TÁNTERA
D.N.I. Nº 28.567.951
Técnico Superior en Comunicación Social
Relator del equipo deportivo 95.7 Fútbol Club de F.M. 95.7 - Estación del Centro
D.N.I. Nº 28.567.951
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Relator del equipo deportivo 95.7 Fútbol Club de F.M. 95.7 - Estación del Centro
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1 comentario:
La liga se tornó insostenible desde que entró Pueblo Casas, que de local hace lo que quiere, quilombo tras quilombo, pero a nadie de los dirigentes de la liga parece interesarles, por ello se fueron de la liga Argentino de Lopez, Barrancas y Diaz, y desde ese momento la liga se vino en picada, es un desastre, un nivel malísimo.
Yo pienso que el mas grande de la liga, el mas campeón, el gran UDC, deberia ir ala Totorense como lo hizo Barrancas y Diaz.
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